No puedo evitar tu felicidad, no puedo coartar tu libertad.
Pero tan sólo te pido que vuelvas un día, que regreses para poder construir aquel mundo con el que tanto soñé, aquella fantasía tan perfecta como real. Parecía verdaderamente cierta….
Te atravesaste cuando menos lo esperaba. Yo no te busque, no te quería en mi vida, pero ya te transformaste en parte de mí ser.
Es inevitable no pensar en vos, porque te encaramaste en mi mente.
Intento a cada momento desalojarla de tus recuerdos y muero con cada intento.
De mí solo queda una estela, un suspiro, un amor imposible como el ayer….
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar